El lanzamiento de Worldcoin, una nueva criptomoneda, ha sido liderado por Sam Altman, CEO de Open AI. Sin embargo, lo que realmente caracteriza a este proyecto es el sistema de registro empleado, a través del escaneo de los ojos.
Los usuarios obtienen un World ID, una identificación virtual única, que tiene como objetivo crear la base de datos más grande de seres humanos auténticos. El ambicioso proyecto de la compañía, ha generado preocupación entre los reguladores europeos, debido a sus prácticas de recopilación y almacenamiento de datos.
La criptomoneda utilizada en esta plataforma es la WLD, que los usuarios recibirán periódicamente al registrar su iris. Aunque aún no se ha especificado la frecuencia, ni la cantidad exacta que los usuarios pueden obtener, la aplicación entrega inicialmente 25 tokens, lo que equivale aproximadamente a unos 51 euros.
Para registrar el iris, los usuarios deben presentarse en los establecimientos designados por la compañía, principalmente en centros comerciales, donde Worldcoin ha colocado cerca de 150 “orbes”.
Estos dispositivos, que se asemejan a un balón de fútbol, son los encargados de realizar el registro de los usuarios. Previamente, el usuario obtendrá la aplicación en su dispositivo móvil, la cual genera un código QR que debe mostrarse al orbe para que escanee el iris y cree una nueva identidad digital única vinculada a los datos biométricos del usuario.
Sam Altman, en representación de Worldcoin, ha destacado que en caso de éxito, el proyecto podría generar significativas oportunidades económicas, proporcionar una solución confiable para distinguir entre humanos e inteligencia artificial en línea, preservar la privacidad y allanar el camino hacia una posible Renta Básica Universal financiada por la inteligencia artificial.
Worldcoin justifica su propuesta, argumentando que los modelos de inteligencia artificial, cada vez más avanzados, dificultan la distinción entre humanos y bots.
Pese a que la empresa es consciente del valor de estos datos para las compañías tecnológicas, asegura que su tecnología «preserva la privacidad» y que los orbes eliminan automáticamente los datos que recopilan, salvo que el usuario de su consentimiento para que sean tratados.
Es importante tener en cuenta que el iris es una huella biológica única e irrepetible, al igual que las huellas dactilares, lo que lo convierte en una herramienta de identificación biométrica útil y precisa.
Al tratarse de una información altamente sensible, no debería caer en manos de cualquiera. El hecho de que esta información se encuentre almacenada en la base de datos de una organización, implica numerosos riesgos, como filtraciones de datos, venta de información o uso indebido de la misma.
Además, existe la posibilidad de que la información recopilada por Worldcoin sea compartida con entidades fuera de la organización, lo que aumenta los riesgos potenciales sobre la confidencialidad de los datos.
En consecuencia, el principal problema radica en la recopilación de datos biométricos altamente sensibles.
Aunque se pretenda preservar la privacidad de los usuarios, los riesgos existen, como advierte la propia compañía en sus términos y condiciones.
Además, Worldcoin se ampara en términos y condiciones que prácticamente eximen a la empresa de responsabilidad en caso de que surja algún problema. Por lo tanto, es primordial estar informados y evaluar cuidadosamente de qué se trata este proyecto antes de involucrarse.
