Un modelo de trabajo que no solo garantiza el cumplimiento de la normativa actual, sino que también permite a las empresas crecer a futuro. La gobernanza sostenible nace de la fusión de dos actividades que se llevaban a cabo tradicionalmente de forma separada en las empresas, por un lado, se supervisaba el cumplimiento normativo, mientras que con la sostenibilidad, se garantizaba el apoyo de la entidad, al mantenimiento medioambiental, así como favorecer a la igualdad y erradicación de la pobreza, entre otras.
En cuanto a la gobernanza, esta representa las decisiones que se toman en cuanto al uso de los recursos de la entidad: humanos, económicos…, así como los naturales, que le vienen dados a la empresa, por cuestiones como país en el que se encuentra, situación social, económica…
La gobernanza tiene como objetivo tomar las mejores decisiones en cuanto a la empresa, cumpliendo así con las obligaciones legales, compromisos y acuerdos de la entidad con terceros y como consigo misma.
La sostenibilidad, por su parte, es la actividad dedicada al mantenimiento y planificación de los recursos, con los que se cuenta en el presente, para que dichas condiciones, se mantengan en el tiempo, para futuras generaciones.
Asegurando el medioambiente que rodea a la entidad, se consigue asegurar, los recursos necesarios para las operaciones de la empresa, manteniendo la existencia de esta en el futuro.
La mejor forma de garantizar la existencia de la Entidad, en el futuro, es contribuir al mantenimiento del medioambiente y de la sociedad, consiguiendo así un cumplimiento normativo total, obligándose a sí misma, a la mejora continua.